XXXVII Noche Flamenca de Espejo

Al cante: Manuel Cribaño “El Niño de Peñaflor”
Al toque: Franciso Hurtado “Morilito”
Presenta: José López Gamero
Imágenes





Escrito de José Lucena Llamas
El cante vibrante de Sandra Carrasco, acompañada por el sutil toque de David Arahal, ofrecieron un completo recital que embelesó al público asistente que los interrumpieron varias veces con sonoros aplausos. La cantaora quiso homenajear a Pepe Marchena cantando, a su estilo, imitándolo luciendo una gorra como el propio Pepe Marchena acostumbraba a llevar e, incluso interpretando una de las tarantas que el propio Marchena cantaba.
En su actuación puso en evidencia su arte, su simpatía y su espontaneidad que le confieren el honor de ser una de las voces más destacadas del flamenco actual. Comenzó con unas alegrías, continuó con los cantos de siega de Juanito Valderrama, cantos de ida y vuelta y terminó con variados fandangos de su tierra. Puso de manifiesto su capacidad de improvisación, su buen gusto por lo flamenco, su estilo propio en sus cantos varios en los que introdujo letras de su autoría.
La tensión flamenca creció con la guitarra de David Arahal, un joven talento de la campiña sevillana, que interpretó un flamenco sereno, limpio, pulido, bien construido, sin estridencias, sin carreras. Su actuación puso de manifiesto lo que de él dijo Antonio Canales: “Escuchar tocar así es adentrarse en un ensueño sin tiempo y un perturbador frenesí”. O lo que dijo Miguel Poveda al referirse a David: “¡Qué maravilla de guitarrista! Uno de los mejores de su generación, joven sabio”.
No es extraño que cuando, cantaora y tocaor, acabaron el repertorio de esa noche, todos nos levantamos en masa, espontáneamente, para aplaudirlos y pedirles reiteradamente ¡otra! ¡otra!…
Pese a que a los artistas les había surgido un imprevisto y tenían que actuar seguidamente en Zambra, accedieron a la petición del público. La velada, que fue presentada por Julio Porcel, fue patrocinada por el ayuntamiento de Espejo, representado por Josefa Carmona quien dirigió unas bellas palabras al público, y por el Instituto Andaluz del Flamenco.