Ciclo Cultural Otoño

Rancapino Chico
Al toque: Antonio Higuero
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Rancapino Chico y Antonio Higuero llenan de duende la Peña Flamenca El Mirabrás
El recital, incluido en el Ciclo Cultural de Otoño, dejó una noche de emoción y cante grande en Fernán Núñez
La noche del sábado 25 de octubre se convirtió en una cita imprescindible para los aficionados al flamenco en Fernán Núñez, donde la Peña Flamenca El Mirabrás acogió una nueva jornada del Ciclo Cultural de Otoño con la actuación de Rancapino Chico al cante y Antonio Higuero a la guitarra.
Un ambiente de respeto y expectación
Desde mucho antes de comenzar el recital, la sede de la peña presentaba un ambiente animado y expectante. Entre socios, aficionados y visitantes de municipios cercanos, la sala se llenó por completo, dejando claro que el nombre de Rancapino Chico sigue despertando admiración y cariño. La velada comenzó con unas palabras de bienvenida por parte de la directiva, recordando la importancia del ciclo otoñal como espacio de encuentro cultural y defensa del flamenco más genuino.
Rancapino Chico, herencia viva del cante gaditano
Con su voz inconfundible, templada y profunda, Rancapino Chico abrió el recital por malagueñas, interpretadas con un pulso sobrio y lleno de matices. A partir de ahí, el cantaor chiclanero desplegó un recorrido por distintos palos: seguiriyas, soleares, tangos y bulerías, dejando claro que el duende sigue vivo en su manera de decir y de sentir el cante.
En las seguiriyas, su voz alcanzó momentos de sobrecogedora intensidad, arrancando silencios y respiraciones contenidas del público. En los tangos y bulerías finales, se permitió mayor libertad, mostrando una sonrisa cómplice y un dominio del compás que contagió a los presentes.
El toque elegante de Antonio Higuero
A la guitarra, Antonio Higuero acompañó con la maestría que lo caracteriza. Su toque, elegante y preciso, sirvió de guía y abrigo al cante, tejiendo un diálogo lleno de respeto y musicalidad. En su intervención en solitario, ofreció un toque por granaína y media granaína, cargado de sensibilidad, que fue recibido con una ovación cerrada.
Cierre entre ovaciones
El recital concluyó con una tanda de bulerías por soleá, donde cantaor y guitarrista se fundieron en compás y emoción. El público, puesto en pie, despidió a los artistas con un aplauso prolongado y vítores que reflejaban la satisfacción general. No faltaron los “olés” ni las palabras de agradecimiento de Rancapino Chico hacia la peña y su gente.
Una cita destacada del Ciclo de Otoño
Con esta actuación, la Peña Flamenca El Mirabrás reafirma el valor del Ciclo Cultural de Otoño, que año tras año mantiene vivo el espíritu del flamenco tradicional en Fernán Núñez. La programación, que combina figuras consagradas con jóvenes valores, sigue consolidando a la peña como uno de los espacios de referencia del cante en la provincia de Córdoba.